Cuando dejas atrás la familia, los amigos,… personas especiales y conocidos que te han obsequiado con afecto y cariño en este pequeño break, tras meses de no verlos, eso duele… y te hace llorar
Cuando te despides en el autobús, la primera llamada, la primera noche… es duro.
También reconozco que renunciar de nuevo a la vida cómoda de España y visualizar otra vez unas condiciones más duras, las inseguridades que produce la enfermedad a la vuelta de África, eso genera dudas… y te hace llorar.
Pero por otro lado, en cuanto piensas en la gente que te espera en Baja Kunda, para que continúes ese camino a la mejora de las condiciones de vida, que hemos empezado juntos, cuando pones nombre a cada uno de los rostros de niños, jóvenes y ancianos de la localidad que te han dejado grabados en la retina centenares de saludos, sonrisas y afecto, eso ablanda… y te también te hace llorar… y no piensas mas que en volver a verlos.
Total, que me pase el viaje en Bus hacia Barcelona para coger el vuelo a Banjul, apretando los labios y llorando.
Lloré también las noches antes de llegar a Baja Kunda, y la explosión ya fue cuando a la llegada al pueblo, centenares de personas se apelotonaban a lo largo del camino para darnos la bienvenida… nuevamente fue impresionante, todos cantando, riendo, con banderas y pancartas, eso fue excepcional… eso te hace llorar y mucho… si encima corean tu nombre, esta catarsis produce en tu cabeza y tu corazon un sentimiento irreprimible que te hace llorar.
Lloras también en los meetings, cuando recibes el agradecimiento que te muestran por el trabajo realizado y por la nueva llegada y por los proyectos de futuro... lloras por las noches, cuando repasas lo que esta pasando y cuando inevitablemente recuerdas a los tuyos...
Y lloro ahora en la despedida de los compañeros de viaje, Albert y Ricard, con los que he compartido una intensa semana de viaje y anécdotas, y constatas una vez más que a su partida te quedas nuevamente solo...acompañado de centenares de personas, pero solo en tu habitación, y solo mareando pensamientos...
En fin, entre el calor achicharrante y las lágrimas derramadas deberé beber mucha agua para reponer las sales minerales, oxigenar mis sentidos y rehidratar mi cuerpo tras la primera diarrea que puntualmente me ha dado también la bienvenida.
Aunque sean sentimientos encontrados de alegría, tristeza y añoranza, quiero que sepáis que intentare continuar trabajando aportando mi granito de arena a estas gentes que te regalan tanto como reciben, pero que en esta distancia, os digo que os añoro y que os tendré presentes...
Jesús
1 comentario:
ñanimo, llorar es bueno, desahoga el alma! y si es de alegría o de agradecimiento mejor que de tristeza o frustración.
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